Próxima reunión

Próxima reunión 27 de Mayo, domingo. Hora 19.30







miércoles, 19 de mayo de 2010

POESÍA


SILVIA PLATH
La poetisa, prosista y ensayista estadounidense Sylvia Plath, cuya obra refleja ensimismamiento y obsesión por la muerte, recurrentes entre el drama y la locura, y quien fue la primera en obtener el Premio Pulitzer póstumo, nació en Boston el 27 de octubre de 1932.
Plath ha sido considerada como una escritora profundamente honesta, cuyo incesante libre escrutinio ha dado un singular punto de vista psicológico y el desorden con el tema del mártir feminista, en una sociedad patriarcal.
Conoció al poeta inglés Ted Hughes, con quien se casó en 1956
Más tarde, la experiencia de un aborto quedó plasmada en algunos de sus poemas. Entre sus obras destacan la intensa vinculación de sus imágenes violentas o perturbadas, y su uso lúdico de la aliteración y rima. Dos años después del nacimiento de su primer hijo, la pareja decidió separarse. Para entonces, la escritora retornó a Londres con sus hijos, Frieda y Nicholas. En 1962, ese invierno, en una profunda depresión, Plath escribió la mayoría de los poemas que componen su libro más famoso, "Ariel", que al igual que su poesía posterior, publicada después de su suicidio, refleja un ensimismamiento y una obsesión por la muerte crecientes.
Durante mucho tiempo se consideró que sus repetidas depresiones e intentos de suicidio se debieron a la muerte de su padre en su niñez, pérdida que no logró superar, sin embargo, hoy se sabe con certeza que la poeta padecía trastorno bipolar.
http://www.vanguardia.com.mx/pasion,_creatividad_y_locura_en_la_poesia_de_sylvia_plath-62733.html

Una vida

Tócala: no se encogerá como pupila

esta rareza oviforme, clara como una lágrima.

He aquí ayer, el año pasado: palmiforme lanza,

como flora distintade un tapiz en la quieta urdimbre vasta.

Toca este vaso con los dedos: sonará

como campana china al mínimo temblor del aire

aunque nadie lo note o se anime a contestar.

Los indígenas, como el corcho graves,

todos ocupadísimos para siempre jamás.

A sus pies las olas, en fila india,

no reventando nunca de irritación, se inclinan:

en el aire se atascan,

frenan, caracolean como caballos en plaza de armas.

Las nubes enarboladas y orondas, encima.

Como almohadones victorianos. Esta familia

de rostros habituales, a un coleccionista,

por auténtica, como porcelana buena, gustaría.

En otros lugares el paisaje es más franco.

Las luces mueren súbitas, cegadoramente.

Una mujer arrastra, circular, su sombra, de un calvo

platillo de hospital en torno, parece

la luna o una cuartilla de papel intacto.

Se diría que ha sufrido una particular guerra relámpago.

Vive silente.

Y sin vínculos, cual feto en frasco, la casa

anticuada, el mar, plano como una postal,

que una dimensión de más le impide penetrar.

Dolor y cólera neutralizadas,

ahora dejad la en paz.

El porvenir es una gaviota gris, charla

con voz felina de adioses, partida.

Edad y miedo, como enfermeras, la cuidan,

y un ahogado, quejándose del frío, se agaza

pasaliendo a la orilla.

Soy vertical


Mejor querría ser horizontal.

No soy un árbol con raíces hondas

en tierra, sorbiendo minerales y amor materno,

refloreciendo así de marzo en marzo,

reluciente, ni orgullo de parterre

blanco de admirativos gritos, muy repintado,

y a punto, ignaro, de perder sus pétalos.

Comparado conmigo es inmortal

el árbol, y las flores más audaces:

la edad del uno, la temeridad de las otras.

noche, en luz infinitésima

de estrellas, árboles y flores

han esparcido su frescura aulente.

entre ellos me paseo, no me ven, cuando duermo

a veces pienso que me les hermano

más que nunca: mi mente descaece.

Resulta más normal, echada. El cielo

y yo trabamos conversación abierta, así seré

más útil cuando por fin me una con la tierra.

Árbol y flor me tocarán, veránme.


DANZAS NOCTURNAS
Una sonrisa tuya cae en la hierba

y se pierde para siempre.

¿Y dónde se extraviarán

tus danzas nocturnas? ¿En las matemáticas?

Saltos y espirales tan puros-

sin duda recorren

eternamente el mundo, y no me quedaré

despojada de belleza: el don

de tu pequeña vida, tu olor

a pasto mojado cuando duermes, azucenas, azucenas

que no pueden compararse con tu carne.

La cala, los fríos pliegues de su ego,

y el lirio, embelleciéndose a sí mismo-

manchas, y un despliegue de pétalos ardientes.

Los cometas

tienen que atravesar tanto espacio,

tanta frialdad, tanto olvido.

Así se desvanecen sus gestos-

y humanos, y luego su luz rosa

dasangrando y desollándose

a través de las amnesias negras del cielo.

Por qué me son otorgadas

estas lámparas, estos planetas

que caen como bendiciones, como copos de nieve

hexagonales, blancos

sobre mis ojos, mis labios, mis cabellos

rozándome y fundiéndose.

En ninguna parte.


TED HUGHES
La repetida tragedia marcó la vida de un poeta gigante - Dos nuevos libros reconcilian a los lectores españoles con el viudo de Sylvia Plath
ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS 17/05/2010
http://www.elpais.com/articulo/cultura/ultimo/perdon/Ted/Hughes/elpepicul/20100517elpepicul_1/Tes
Ted Hughes (Yorkshire, 1930-Devon, 1998) poseía una cualidad animal, una intensidad callada que atraía las miradas. Era un poeta y un hombre de una ferocidad misteriosa y primitiva, que entroncaba con su obsesión por la naturaleza. Todos querían estar cerca de él, pero casi todos se sintieron alguna vez abandonados por él. Un niño que se crió pegado a su hermano mayor, que le enseñó a cazar, pescar y vivir entre animales; un joven que memorizaba palabra por palabra a Shakespeare y un marido fatalmente marcado por la tragedia. Cuando su primera mujer, la poetisa estadounidense Sylvia Plath, se suicidó en 1963, Ted Hughes escribió a su suegra: "No quiero que se me perdone jamás. Si existe la eternidad, estoy condenado a ella". Siete años después, cuando su segunda mujer, Assia Wevill, también se quitó la vida junto a la hija de ambos, Shura, el poeta enmudeció. Años más tarde se sabría que comparó aquel dolor con enormes puertas de hierro que golpeaban sin tregua su pecho.
La tragedia aplastó la figura pública de un poeta gigante y su obstinado silencio no contribuyó a mejorarla. Pero Hughes nunca dejó de hablar, lo hizo a través de lo único que de verdad entendía: la poesía y sus enigmas.


Emily Bronté

" El viento de Crow Hill era su amado,

sólo ella sabía el secreto

de su historia ardiente

pero su beso fue fatal.

En su oscuro Paraíso

reinaba el arroyo que ella adoraba tanto

y consumió su pecho.

El crespo y húmedo rey de ese reino

salvó el muro y yació en su cama

enferma de amor y zarapito

cubrió sus entrañas, bajo su corazón creció la piedra,

su muerte es un llanto de niño por el páramo. "

Teología

No, la serpiente no
Sedujo a Eva con la manzana.
Todo esto simplemente es
Corrupción de los hechos.

Adán comió la manzana.
Eva comió a Adán.
La serpiente comió a Eva
Esto es el oscuro intestino.

Mientras la serpiente
Reposaba de su comida lejos del paraíso-
Sonreía al escuchar
Que los quejidos de Dios la llamaban.