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miércoles, 29 de diciembre de 2010

ANGUEL GUINDA PREMIO DE LAS LETRAS ARAGONESAS 2010


Pareja bajo el paraguas.
Pº de la Constitución de Zaragoza
Manuel López García 1973.



BIOGRAFÍA

Angel Guinda Casales nació en Zaragoza el 26 de agosto de 1948.
A los dieciséis años estaba una tarde sentado en un banco del Paseo de la Constitución de su ciudad natal, meditando frente a una escultura de amantes emparaguados, cuando la Poesía se le apareció, poseyéndole. Desde entonces existe y resiste a golpe de versos.
A finales de los sesenta comenzó a dar recitales, e inició estudios de Medicina que pronto abandonó por la Enseñanza. Publica sus primeras plaquettes en la década de los setenta, recogidas más tarde en Vida ávida.
Destacó muy pronto por la crudeza de sus textos y lo autodestructivo de su propuesta.
Compaginó con la escritura su trabajo de profesor de Lengua y Literatura Española: primero en el Prepirineo aragonés y posteriormente en Zaragoza, hasta que desencantado a raíz del juicio contra "La Guinda del Espermento" se exilió a Madrid en 1987.
Su etapa madrileña dio paso a una poesía más existencialista, más preocupada por la soledad y el paso del tiempo. De esta época son las publicaciones Conocimiento del medio, La llegada del mal tiempo y Biografía de la muerte.
Con el nuevo siglo, su afán de comunicar y transmitir le ha llevado a una poesía muy abierta y solidaria, llegando con Claro interior a un público más amplio que se identifica con sus Poemas para los demás.
Fue autor de la letra del Himno de Aragón junto a Ildefonso-Manuel Gil, Rosendo Tello y Manuel Vilas. Durante su trayectoria también ha sido traductor, ha publicado artículos sobre arte y literatura en diversos periódicos y revistas de tirada nacional, y editor, fundando la coleción Puyal de poesía en 1977 y la revista Malvís en 1988.

El viaje interior
Fuera de ti no esperes encontrar
lo que dentro de ti nunca has buscado.
No es más hermoso el sol de otros lugares,
por lejanos que estén:
lo que importa es la luz que da vida a tus ojos.
No fatigues tus días
en recorrer países en busca de otros mundos.
No tardes en emprender el viaje a tu interior,
no vaya a ser que pronto sea tarde:
no estás de ti tan cerca como crees,
es tanto el tiempo de que aún dispones
para descubrirte y conquistarte.
(de Conocimiento del medio)

Canción estéril
Cómo habría querido darte todo
lo que yo nunca tuve:
una infancia feliz
–cimiento de un futuro
compacto en seguridad y fortaleza;
cierta disposición
favorable ante el mundo,
la salud del silencio,
el taller clandestino de las palabras,
la amistad,
el ansia de saber, de ser libre,
las llamas del motín de enamorarse,
el fragor de vivir
y un respeto a la muerte.
Pero nada de esto te podré conceder,
porque no nacerás.
Y aún así, me pregunto
si habrías admitido cuanto yo te ofrecía
–simplemente, la vida;
y aceptarme,
porque tú te aceptabas.
(de Biografía de la muerte)

Morir
Morir es no volver a estar
a la misma hora
en los mismos lugares,
con las mismas personas.
No aparecer, cada mañana,
como esa gran luz nueva
disuelta entre las cosas;
dejar interrumpidos los trabajos,
los viajes en punto muerto.
Ajenos a los mares y a los astros.
Morir es estar quietos, sordos,
ciegos, mudos, desaparecidos,
desconectados de todos y de todo,
de nosotros también;
no regresar a casa nunca más.
No emitir ya señales, recibirlas tampoco.
Morir es no volver.
(de Biografía de la muerte)

La diferencia
Todo armoniza por la diferencia:
el desierto de hielo, el árbol en la roca,
la suave furia del mar y las estrellas.
Nacemos transparentes como el aire,
nos volvemos opacos como el mármol.
Uno puede soportar tanto dolor
como placer es capaz de recibir.
Piedra, hierba, fuego, agua, luz, tiniebla,
tempestad de arena:
todo armoniza por la diferencia.
La ciudad, mientras duermes,
draga el silencio que todo lo hace nuevo.
Nadie tiene otra patria que su soledad,
nadie llega a nadie si no es para marcharse.
Tiene el amor en sus abrazos
el atroz método del amordazamiento.
Cuanto nos llena del otro nos vacía.
Nube, raíz, el canto de los pájaros:
todo armoniza por la diferencia.
(de Claro interior)

El relojero
Un día el gato, jugueteando,
tiró al suelo mi reloj –su maquinaria
se detuvo.
Estrafalario, gruñón, el relojero,
mientras inspecciona las esferas,
con sorna, farfulla: "Más valdría
que ocupásemos el tiempo
en desocuparnos de él".
Esas palabras,
desde entonces, no me dejan en paz.

(de La llegada del mal tiempo)

Autobiografía
Si mi vida no es esto
¿Qué será la vida?
Martín Adán
Me preguntas por mi vida a bocajarro.
¿Qué puedo responder? ¿Con qué
y de qué modo? Lo que sé de mi vida
lo borra cuanto no sé de ella.
Las palabras no alcanzan,
los recuerdos confunden. Mi vida
es lo que he hecho, he deshecho,
he dejado de hacer. Para
saber de mi vida piensa en la muerte,
piensa en ti que estás viva
y has de sobrevivirme. No sé
si tendré tiempo para vivir
lo no vivido, para matar lo que viví,
para vivir la muerte antes de que me muera.
Mi vida recibe instrucciones de otras vidas
anteriores a mí, a las que sirvo
como fiel sucesor, y en mí reviven
–no tengo ojos sino para lo que no veo.
Mi vida es una noche que a la luz
no se adapta, un astro fugitivo
extraviado en la tierra; es también
la palabra que aún no me encontró,
el mensaje misterioso
que no descifraré. Aunque
mi verdadera vida tal vez se inventará.
(de La llegada del mal tiempo)