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Próxima reunión 27 de Mayo, domingo. Hora 19.30







sábado, 19 de junio de 2010

Muere José Saramago


Se va Saramago, el hombre que nos previno contra una destructora epidemia de ceguera. Y en estos tiempos su adiós parece un símbolo.El primer Premio Nobel que recibió la lengua portuguesa ha sido un referente para toda la izquierda del planeta. Afiliado al Partido Comunista, y a pesar de sus éxitos literarios, Saramago no dejó jamás de implicarse en todos los asuntos sociales y políticos.Quizá por su activismo eligió como compañera desde hace 25 años a la también periodista sevillana Pilar del Río.España y Portugal unidos en un matrimonio que a Saramago le habría gustado llevar hasta el altar de lo político."El hombre que se atrevió a decir no", ése podría ser un buen epitafio para él. En estos tiempos en los que, más que nunca, nos obligan a decir que sí. -
Enlazo un especial de El País sobre José Saramago. Pinchad en el título para acceder a él

viernes, 18 de junio de 2010

Biografía de Arto Paasilinna




Como leemos esta quincena, "Delicioso suicidio en grupo" del finlandés Arto Paasilina, creo conveniente pegar una mini biografía del autor.
No hay mucho en internet del autor, espero que disfrutéis del libro.








Anagrama, en la presentación del autor, dice de él, que es exguardabosques, experiodista y expoeta. Todo en pasado. También añade que es un autor de gran fama en Finlandia. Y poca cosa más. En realidad, es lo que se sabe de Paasilinna en el mundo hispanohablante, porque aunque varias de sus obras se hayan traducido a nuestro idioma, el escritor sigue siendo un, casi, completo desconocido para el lector medio.Para profundizar un poco, sólo un poco más, en su vida tenemos que recurrir a fuentes inglesas, francesas, italianas, alemanas, y, claro, por supuesto, finlandesas. Lenguas en las que, también, se han traducido sus novelas y en las que el autor aparece un poquito más desvelado.Arto nació un 24 de abril del año 1942, en Kitila (en la Laponia finlandesa), en pleno éxodo familiar, por ello, en lugar de nacer en una hermosa clínica o en un cálido hogar finlandés, le tocó hacerlo en un camión de refugiados. Las Brigadas rojas rusas invadían su región de origen(Petsamo, en las orillas del Oceáno Ártico, con un acceso maritimo muy deseado por los soviéticos y que acabaría en manos de la URSS un año más tarde). Transcurría la Segunda Guerra Mundial y ya el padre, por aquella época, había roto con su familia, hasta el punto de cambiar el apellido original (Gullsten, ‘piedra dorada’, en sueco) por el de Paasilinna, que en su idioma significa ‘fortaleza de piedra’. Estas circunstancias de huida (de Finlandia, pasaron a Noruega, de Noruega a Suecia, y de Suecia, de nuevo a Noruega para acabar, finalmente en la Laponia) marcarían, sin lugar a dudas, el resto de su vida y, por supuesto, su obra literaria. Paasilinna ha dicho en varias ocasiones, que la huida, a pesar de sus aspectos negativos, tiene también algo de bueno: la huida supone la existencia de una lucha.Desde los trece años hasta los 20, el joven ejerce un sinfín de profesiones, la mayoría relacionada con el ambiente rural donde vivía (a esto se refiere el exguardabosques de la presentación de la editorial española). De nuevo recurrimos a las propias palabras de Arto, que se autocalifica como un joven de campo, “trabajando la tierra, el bosque, la pesca, la caza, toda esta cultura que se encuentra en mis libros”.A los 20 años decide volver a los estudios, e ingresa en una escuela pública para adultos, la Escuela de Educación Superior, donde se proponía estudiar periodismo. Aquí estudiará entre 1962 y 1963. Casi simultaneamente, empezará a trabajar en un periódico local lapón: El pueblo lapón (Lapin Kansa). Este momento es lo que él llama su paso del campo a la ciudad. E igual que considera imprescindible en el análisis de su obra, el reconocimiento de su vida rural, también ve que su etapa como periodista, escribiendo ‘artículos serios’, le hicieron ejercitar la pluma para escribir ‘cosas interesantes’.Hasta 1988, estuvo escribiendo, en ocasiones como simple colaborador, otras formando parte de la plantilla, en diferentes periódicos y revistas literarias (entre otras: en 1964 fue vicedirector del diario Koillissanomat; en 1966 jefe de redacción del Pohjolan, y en 1973 fue nombrado director ejecutivo del Nuoren Voiman Liito).En lo que se refiere a su vida familiar, está casado con Terttu Annikki Kasper y tiene dos hijos : Jyrki Petteri y Janne, nacidos respectivamente en 1964 y 1967. Vive cerca de Helsinki. Tiene, por otra parte, siete hermanos, cuatro de ellos también escritores (uno de ellos, además, diputado europeo), un médico, un actor y un profesor.

jueves, 17 de junio de 2010

ARTO PAASILINA

"La muerte nos amenaza, pero también nos hace libres"
Adjunto un extracto de una entrevista a Arto Paasilina
Con humor, ironía y sarcasmo, el autor crea una fábula en la que desenmascara los atajos hacia la muerte. El novelista, ex guardabosques y ex poeta, reflexiona en esta entrevista sobre el sentido de la vida y la manera de asumirla, a la vez que denuncia el maltrato a la naturaleza.Paasilinna. ¿Paasilinna? ¿Quién es ése? Son interrogantes ante los cuales un finlandés, un nórdico y más de un francés o italiano subirían las cejas y pondrían cara de ¿cómo, no sabe quién es? Pero en España la verdad es que es un escritor que se ha editado muy poco y sin mucha fortuna. En cambio, en Finlandia un nuevo libro de Arto Paasilinna (Kittila, 1942) es siempre esperado con una sonrisa. Humor e ironía son sus aliados. El objetivo: denunciar problemas ecológicos y de la sociedad contemporánea, a la vez que lleva a las personas al encuentro consigo mismo. Sin temores. Incluso se atrevió con uno de los principales dramas de su país y que tituló: Hurmaava joukkoitsemurha. Que en español viene a ser algo así como Delicioso suicidio en grupo (Anagrama), título con que se acaba de editar en España.
PREGUNTA. Vaya manera original de abordar un tema tan delicado como el suicidio.
RESPUESTA. El suicidio como tema de una novela es exigente y peligroso, ya que la autodestrucción ha de ser tratada con responsabilidad y no se puede hacer de ella un chiste. Sin embargo, esto no significa que haya que desesperarse; al contrario, mi intención ha sido la de proporcionar a los lectores una esperanza de vivir
.
P. Entre tragedia y humor, la novela es una exaltación de la vida y esperanza en el ser humano.

R. No se puede escribir una novela demasiado sombría sobre este tipo de tema. No es conveniente hacer de la autodestrucción un hecho comprensible ni, bajo ningún concepto, hacer de ella algo digno de aprobación. Al margen de la tragedia, he intentado de verdad darles a los lectores esperanza, y de otro modo, con ayuda del humor.
P. ¿Qué hacer ante el persistente ataque de la industria y el progreso a la naturaleza, y que usted denuncia en la novela?

R. La destrucción de la naturaleza debería ser considerada un crimen y, en cualquier caso, debería obligarse a las industrias que contaminan a que pagasen los desastres que provocan.
DELICIOSO SUICIDIO EN GRUPO
Arto Paasilinna

Delicioso suicidio en grupo tal vez sea una de sus narraciones más corrosivas. En ella aborda, con admirable sarcasmo, una de las dos lacras de la sociedad finlandesa (la otra es el alcoholismo, que también recorre estas páginas con pasos tambaleantes). El suicidio, en Finlandia, es una tentación tan ineludible como el frío, y raro es el finlandés que no haya pensado, alguna vez, en aprovecharse de una opción que resuelve, de golpe, todos los problemas. "Parecía que en Finlandia -se dice por algún sitio- no faltaban los suicidas persistentes". Paasilinna reconvierte ese drama social en afición nacional, apropiada para crear lazos de camaradería y poder ayudarse así, unos a otros, a salir felizmente de este mundo. Claro que, como en todas las decisiones radicales, también en ésta hay dudas sobre la mejor manera de llevarla a cabo. ¿Se puede imaginar el lector un seminario de suicidiología? Los asistentes son gente normal como usted y como yo, pero con precisas intenciones de no dejarse engañar por la postergación. La situación es tan delirante que un organizador del seminario no tiene reparos en declarar: "Aunque el tema de nuestra reunión es obligadamente serio y, a su manera, deprimente, quisiera que ello no fuera motivo para aguarnos este hermoso día de verano". El absurdo aquí salta por todas partes -un absurdo amable, dulcificado por la comicidad-, y la novela se convierte en una road movie, donde en un modernísimo autobús una treintena de suicidas recorren media Europa con el fin de hallar un lugar idóneo para precipitarse al vacío. Es mejor que el lector descubra por su cuenta las triquiñuelas morales, los aspavientos, la insensatez y las siempre amenas añagazas con que este grupo se enfrenta a una decisión que "debía llevarse a cabo con elegancia". Y, como es marca de la casa en la fértil narrativa de Paasilinna, la galería de personajes es prolija y jugosísima. Y no es una novela contra el suicidio, sino contra el ridículo de las determinaciones.