Próxima reunión

Próxima reunión 27 de Mayo, domingo. Hora 19.30







lunes, 25 de abril de 2011

MITOLOGÍA LEDA Y EL CISNE


Leda y el cisne Paul Tillier
 La historia de Leda y el cisne es uno de los relatos más sensuales de la mitología griega que explica de manera alegórica las pasiones y debilidades humanas.
Leda era la esposa de Tindáreo, rey de Laconia en Esparta, quien se había
refugiado en el reino de Testio, padre de Leda, tras ser expulsado de Lacedemonia. Luego de casarse, y gracias a Hércules, Tindáreo recuperó su reino y ocupó su trono junto a su mujer.
La versión más popular de este mito cuenta que Leda era una mujer muy bella, tanto que el propio Zeus la deseaba. Un día, mientras caminaba junto al río Eurotas, se encontró con un hermoso cisne que escapaba del ataque de un águila. Lo protegió y se dejó seducir por éste, que no era otro que Zeus transformado. Esa misma noche Leda también se unió a su esposo. Como consecuencia, puso dos huevos, en uno de ellos estaban Helena y Pólux (hijos de Zeus y por tanto inmortales), y en el otro Cástor y Clitemnestra (mortales, hijos del rey espartano). Cástor y Pólux, gemelos, llegarán a ser los célebres Dioscuros (Διόσκουροι).
http://ledayelcisne.blogspot.com/


Leda (Boucher)
 El Jardín de las Delicias
Por Marco Deveni. E.
Muy bien: Zeus se transforma en cisne.
El largo cuello flexible y sedoso se introduce en el sexo de Leda y picotea en el centro mismo del placer. Leda goza como dicen que gozaba Venus cuando la montó el caballo de Piritoo. Después el cisne desaparece.
¿Nadie se pregunta cuál fue el destino de aquella pobre muchacha?
Murió despedazada por cisnes rabiosos a los que pretendía obligar a que repitiesen la proeza del dios.
Auguste Clesinger
La que por un cisne
de Alejandra Pizarnik
Pió el loro al ver a Leda encamada con un cisne.
— Y vos dále que dále con el blanco paxarito. ¿Y si te deja enjinta?
— Pinto la cinta de la finca —Leda dixit.
— Abrí ese traste, sotreta —dijo el cisne quien, sibilino cual cerrajero de Silos, descerrajóle el ano a la enana que, mojada cual mojarrita comprando en Harrods una jarra, no reparó que el arúspice, le hacía ver las estrellas.

Paul Veronese
 Los jardines de Afrodita
 (fragmento), Francisco Villaespesa

El cisne se acercó. Trémula Leda
la mano hunde en la nieve del plumaje,
y se adormece el alma del paisaje
de un rojo crepúsculo de seda.
La onda azul, al morir, suspira queda;
gorjea un ruiseñor entre el ramaje,
y un toro, ebrio de amor, muge salvaje
en la sombra nupcial de la arboleda.
Tendió el cisne la curva de su cuello,
y con el ala -cándido abanico-,
acarició los senos y el cabello.
Leda dio un grito y se quedó extasiada...
y el cisne levantó, rojo, su pico como triunfal
insignia ensangrentada.



Tintoretto

Leda
 Rainer María Rilke

Cuando el Dios requirió adoptar su cuerpo
casi lo intimidó sentir tan bello al cisne;
se dejó ir, extraviado del todo,
mas pronto su impostura lo hizo actuar,
antes de que pudiera ese desconocido
modo de ser ensayar.
Ella, abierta, reconoció a quien venía en el cisne
y supo de inmediato que él pedía algo que ella,
perdida en la lucha,
no supo defender.
Él descendió y, con su cuello, hizo a un lado la mano debilitada.
El Dios se extravió en ella,
sintiendo sólo entonces su plumaje
y fue de verdad cisne en su regazo.


Leda y el Cisne
Miguel A. Buonarotti
poema de William Buttler Yeats
Una ráfaga súbita: las magnas alas desplegadas
sobre la doncella vacilante, los muslos acariciados por las negras palmas, en el cuello el pico preso;
indefensa y sujeta pecho contra pecho.
¿Cómo pueden esos frágiles dedos aterrados
defender los mansos muslos de la gloria alada?
Y ante ese blanco torrente, un cuerpo así tendido,
¿qué hace salvo sentir el palpitar desconocido?
Un espasmo en la entrepierna concibe
el muro caído, el techo y la torre ardiendo,
a Agamenón y su muerte.
Tan impotente,
tan rendida ante el brutal hijo del aire,
¿unió ella al recibirlos el saber y el poder
antes de que el indiferente pico la dejara caer?

Johan Hoffman
El Cisne,
poema de Edelmira Agustini
Pupila azul de mi parque
Es el sensitivo espejo
De un lago claro, muy claro !...
Tan claro que a veces creo
Que en su cristalina página
Se imprime mi pensamiento.
Flor del aire, flor del agua,
Alma del lago es un cisne
Con dos pupilas humanas,
Grave y gentil como un príncipe;
Alas lirio, remos rosa...
Pico en fuego, cuello triste
Y orgulloso, y la blancura

Jesus Helguera

Y la suavidad de un cisne...
El ave cándida y grave
Tiene un maléfico encanto;
-Clavel vestido de lirio,
Trasciende a llama y milagro !
Sus alas blancas me turban
Como dos cálidos brazos;
Ningunos labios ardieron
Como su pico en mis manos;
Ninguna testa ha caído
Tan lánguida en mi regazo;
Ninguna carne tan viva,
He padecido o gozado:
Viborean en sus venas
Filtros dos veces humanos !
Del rubí de la lujuria
Su testa está coronada;
Y va arrastrando el deseo
En una cauda rosada...
Agua le doy en mis manos
Y él parece beber fuego;
Y yo parezco ofrecerle
Todo el vaso de mi cuerpo...
Y vive tanto en mis sueños,
Y ahonda tanto en mi carne,
Que a veces pienso si el cisne
Con sus dos alas fugaces,
Sus raros ojos humanos
Y el rojo pico quemante,
Boceto Leonardo D.Vinci
es sólo un cisne en mi lago
O es en mi vida un amante...

Al margen del lago claro
Yo le interrogo en silencio...
Y el silencio es una rosa
Sobre su pico de fuego...
Pero en su carne me habla
Y yo en mi carne le entiendo.
-A veces ¡toda! soy alma;
Y a veces ¡toda! soy cuerpo .-
Hunde el pico en mi regazo
Y se queda como muerto...
Y en la cristalina página,

En el sensitivo espejo
Del lago que algunas veces

Estudio para cabeza de Leda Leonardo da Vinci

Refleja mi pensamiento,
El cisne asusta de rojo,Y yo de blanca doy miedo !